¿Hay una efectiva preocupación de la Rectora por solucionar el conflicto laboral en la UPN?
Septiembre 6
En lo que va del paro de labores en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), la Dra. Silvia Ortega ha reiterado una y otra vez su preocupación por las repercusiones que éste tiene en las actividades institucionales, la afectación académica en su conjunto, y en particular por la situación de los estudiantes de nuevo ingreso. En su último comunicado, vuelve a subrayarlo, sin embargo, es preciso analizar con mayor detenimiento las acciones que ella ha realizado y su coherencia con la tan sentida preocupación por la reapertura de la Universidad.
En principio, vale la pena mencionar que varios meses antes del estallido del paro, el sector administrativo por distintas vías planteó la problemática a la autoridad y ante la falta de atención, fue necesario realizar una medida extraordinaria, es decir, cerrar las instalaciones universitarias, por tanto, la administración tuvo posibilidades de evitar que dicho paro se concretara.
Sin embargo, éste inició el 6 de agosto, a 30 días de distancia, la rectoría sólo ha convocado a dos reuniones de trabajo, la primera doce días después de haberlo iniciado y la segunda hasta el 27 de agosto, es decir, si midiéramos la preocupación de la rectora en función del número de días en los que convocó para resolver la problemática y el total de días transcurridos, su esfuerzo es de un 6.6% y aún más si contabilizamos las horas efectivas de trabajo que se han invertido para este mismo propósito, tenemos lo siguiente; al mes que se acaba de completar suman 720 horas, de las cuales se han trabajado aproximadamente 10, es decir, únicamente se ha dispuesto del 1.3% de tiempo total disponible para solucionar el conflicto.
Ante lo anterior, surgen dos preguntas; ¿los márgenes de días y horas que la rectora ha dedicado a solucionar el conflicto realmente corresponden con la reiterada preocupación y disposición que expresa en sus comunicados? y ¿la actitud mostrada es coherente con su responsabilidad como máxima autoridad de la Universidad?
Creemos que como titular de esta institución evidencía un absoluto desinterés y falta de responsabilidad y más bien refuerza el doble discurso a que ya nos tiene acostumbrados.
Fraternalmente
Delegación Sindical III-47